El Gobierno Español ha aprobado una inversión significativa para fomentar un modelo que permita a las personas en situación de dependencia recibir una atención adecuada y de calidad. Esta inversión se destina a mejorar los servicios de cuidado y asistencia domiciliaria, así como a fortalecer los recursos y programas de apoyo a los cuidadores familiares.
La financiación gubernamental se dirige hacia la creación de nuevas plazas en centros de día y residencias, así como a la ampliación de la red de atención domiciliaria, con el objetivo de garantizar que todas las personas dependientes tengan acceso a los servicios que necesitan. Además, se impulsan medidas para mejorar la formación y capacitación de los profesionales del sector, con el fin de asegurar una atención especializada y personalizada.
Esta inversión también contempla el desarrollo de programas de prevención y promoción de la autonomía personal, con el objetivo de retrasar o evitar la institucionalización de las personas dependientes. En definitiva, el Gobierno está comprometido con mejorar la calidad de vida de las personas en situación de dependencia y de sus familias, a través de una inversión sólida y enfocada en garantizar una atención integral y digna.